Uno de los beneficios más prometedores de las frambuesas rojas es que son una fuente importante de ácido elágico. Esta sustancia pertenece a la familia de fitonutrientes llamados taninos y se considera que es responsable de una buena parte de la actividad antioxidante de estas (y otras) bayas. El ácido elágico se ha dado a conocer como un posible compuesto anticancerígeno/antimutagénico potente.
Es posible que el ácido elágico actúe como un carroñero para «unir» los químicos que causan cáncer, haciéndolos inactivos. También puede inhibir la capacidad de otras sustancias químicas para causar mutaciones en las bacterias. Además, el ácido elágico de las frambuesas rojas puede prevenir la unión de carcinógenos al ADN y puede reducir la incidencia de cáncer en células humanas cultivadas expuestas a carcinógenos.
Las frambuesas son una excelente fuente de fibra, manganeso y vitamina C. Son una muy buena fuente de vitamina K y una buena fuente de magnesio, ácido fólico, ácidos grasos omega-3, cobre, vitamina E y potasio. Pero se ha demostrado en estudios científicos que comer bayas enteras o polvo de bayas es más beneficioso que tomar los fitoquímicos individuales en forma de suplementos dietéticos.